Restauradores y especialistas en archivos bibliográficos han optado por el uso de fungicidas basados en la semilla de toronja, además de los que se aplican mediante nebulizadores
Tepozotlán • Para contrarrestar el ataque de hongos en los libros de fondos antiguos de los siglos XVI al XIX, restauradores y especialistas en archivos bibliográficos han optado por el uso de fungicidas basados en la semilla de toronja, además de los que se aplican mediante nebulizadores.
Así lo dio a conocer, Ricardo Paquini Vega, restaurador del Fondo Antiguo y Colecciones Especiales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el marco del Coloquio para Caracterización y Tratamiento de Hongos en Libros de Fondo Antiguo, que se realizó la víspera en el Museo Nacional del Virreinato (MNV), en el Estado de México.
En el foro, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la UNAM, Paquini Vega destacó las ventajas de este tipo de tratamientos, que además de su efectividad en el combate de plagas, son de bajo costo y no afectan al ambiente.
“Son métodos novedosos, en particular, el nebulizador, que no tiene más de cinco años de haber sido adoptado, no implica grandes costos, pues un aparato de este tipo se vende en el mercado desde los 450 hasta los mil 500 pesos”, compartió el restaurador.
De acuerdo con Paquini Vega, en México ha comenzado a mostrarse una cultura de la conservación de estos materiales, no obstante, la formación de especialistas aún es escasa, ya que al año tan solo egresan una decena de restauradores especializados provenientes de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), del INAH.
“Somos muy pocos, sin embargo, también hay algunos técnicos formados en otras instituciones que buscan atender este vasto patrimonio”, apuntó el experto.
Al impartir la conferencia “Medidas preventivas y correctivas para el tratamiento de los libros afectados por hongos”, el restaurador egresado de la ENCRyM comentó que en la adopción de nuevos tratamientos se ha optado por técnicas más ecológicas, como el uso del “citricidin”.
Dijo se trata de un fungicida que se extrae de la semilla de la toronja, el cual ha resultado muy benéfico, ya que las colecciones sometidas a este tipo de fumigación siguen estables.
Compartió que “el citricidin se diluye en alcohol y se aplica mediante la técnica de hisopo directamente en el sitio donde estuvo la colonia. La única desventaja es que se mantiene la huella donde estuvieron estos hongos, pero ya no siguen activos”.
Otra de las técnicas de conservación y restauración, detalló, es la nebulización que recurre a los aparatos que utilizan los enfermos de asma.
“Creamos una nube de fungicida alrededor del área afectada que cae directamente sobre el papel. Esto ayuda a que las fibras no se hinchen demasiado y también se elimina la colonia de hongos”, abundó Paquini Vega.
Por su parte, la restauradora Xochipilli Rossell Pedraza, responsable del Departamento de Conservación del Museo Nacional del Virreinato (MNV), comentó que el coloquio surgió a partir de un convenio con la FES Cuautitlán, que tiene una Unidad de Investigación de Granos y Semillas que se especializa en el problema de los hongos.
Agregó que ellos “conocen las mejores técnicas y procedimientos para combatir el problema que causan los microorganismos en los fondos documentales, por lo que decidimos organizar este encuentro que ayude a los especialistas a la óptima preservación de los materiales históricos, a partir del establecimiento de un protocolo de conservación”.
Respecto al estado de conservación del fondo antiguo que resguarda el MNV, aseveró que es bueno, aunque algunos ejemplares sí han sufrido el ataque de hongos, lo que vuelve urgente la aplicación de un tratamiento para su preservación.
Los efectos más visibles, dijo, son las manchas y la degradación del material, por lo que los volúmenes afectados han tenido que ser separados del resto de los libros para evitar la propagación de los hongos.
Rossell Pedraza apuntó que se trata de un problema severo, de ahí que sea tan necesaria la intervención de los expertos, antes de que el daño se vuelva irreversible, pues el acervo resguarda documentos de gran importancia histórica, muchos de ellos considerados auténticos tesoros por su antigüedad y temática.
Agregó que como medidas preventivas, el MNV implementa un sistema de control de humedad y temperatura, que son factores básicos para la mejor preservación de los ejemplares, además de evitar el contacto directo mediante el uso de guantes y cubrebocas.
La Biblioteca “Pedro Reales” del MNV alberga una colección de 4 mil ejemplares en el fondo antiguo, que datan de los siglos XVI al XIX, impresos en distintas ciudades europeas y novohispanas, así como una colección de 94 libros de coro.
Las temáticas de los volúmenes son diversas, y van desde el derecho canónico, hasta la filosofía, hagiografía (historia de la vida de los santos), historia eclesiástica, homilética (alusivo a homilías o sermones), mariología (sobre la vida de la Virgen María), sagradas escrituras, literatura, física, medicina, geografía, gramática y diccionarios.
Entre los participantes en el coloquio también estuvieron José Luis Osorio Juárez, a cargo del Archivo General y del Consejo de la Judicatura Federal y la química farmacéutica bióloga Juana Oropeza Esquivel, de la UNAM.
Además de Rosa María Escobedo, coordinadora de bibliotecas y hemerotecas de la FES Cuautitlán; el restaurador Gilherme Fracornel, especialista en fotografía; y la bióloga Elva Bazán Mora, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, entre otros
Fuente: Milenio
Categorías:Cultura e Patrimonio, Noticias Bamad
Soy técnico superior en archivos y en ciencias de la documentación y me pareció interesante y útil la portada con datos de la exposición, con especialista. Desearía ponerme en contacto con Ustedes. Gracias.
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